Fuente: Le Monde - marzo 2021
La mayor tormenta de la década ha hecho subir el nivel de partículas finas en el aire, provocando un importante pico de contaminación en la capital china.
Trescientos cincuenta vuelos cancelados, millones de habitantes asfixiados y una Ciudad Prohibida como borrada: Pekín vive este lunes 15 de marzo su mayor tormenta de arena en diez años, que reduce la visibilidad a unos cientos de metros y agrava aún más la contaminación de origen humano. La calidad del aire fue calificada de "peligrosa" por el sitio web especializado aqicn.org. Al principio de la mañana, el nivel de partículas PM10, partículas finas que penetran en las vías respiratorias, era casi veinte veces superior a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El nivel de partículas PM2,5 (con un diámetro inferior a 2,5 micrómetros), que son aún más nocivas, superó los 560 µg/m3 (micras por metro cúbico), un nivel raramente alcanzado en los últimos años en Pekín.
Las tormentas de arena procedentes del cercano desierto de Gobi son habituales en el norte de China en primavera, pero los pekineses no habían visto cielos tan intensos en años. En Mongolia, seis personas murieron a causa de la tormenta, mientras que otras 81 se dieron por desaparecidas, según las autoridades locales.
El municipio de Pekín, con más de 20 millones de habitantes, ha suspendido todas las actividades deportivas al aire libre en las escuelas y ha aconsejado a las personas con problemas respiratorios que no salgan de sus casas.
La mayoría de la gente iba a trabajar con la cabeza tapada, pero algunos se protegían tras unas gafas, temiendo por su salud. "Siento que cada vez que respiro me trae problemas pulmonares", dijo Zhang Yunya, un residente. Las condiciones dantescas, poco frecuentes en los últimos tiempos, han revivido viejos recuerdos entre los habitantes de la capital. "Recuerdo que las tormentas de arena de hace 10 años desaparecieron al cabo de una hora. Pero me temo que éste no se irá hasta el final", dijo Pan Xiaochuan, experto en salud ambiental de Pekín.
Para Pan Xiaochuan, la falta de lluvias en los últimos días puede explicar que la tormenta haya sido especialmente fuerte en la arena. "Cuando no hay humedad, el polvo tiende a acumularse", dijo. En la red social Weibo, el tema fue discutido masivamente por los internautas. "Esta tormenta de arena naranja parece el fin del mundo", dijo un usuario.
Los episodios de contaminación extrema han sido poco frecuentes en los últimos años en la capital china, ya que la lucha contra el aire sucio se ha convertido en un asunto de primer orden para el país, que ha anunciado su deseo de alcanzar la neutralidad del carbono en 2060. Pero según Li Shuo, de Greenpeace China, la "intensa" actividad industrial de las últimas semanas ha contribuido al deterioro del aire de Pekín, mientras que los niveles de producción de acero, cemento y aluminio son más altos que antes del brote de coronavirus.
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