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“El problema no es la negación del cambio climático, es la indiferencia”



David Wallace-Wells, autor de 'El planeta inhóspito', cree que la subida de temperaturas es inevitable y que todos los paisajes del mundo van a cambiar


Fuente: EL País - Octubre 2019


Desde su publicación en Estados Unidos, El planeta inhóspito. La vida después del calentamiento (Debate), libro del periodista David Wallace-Wells (Nueva York, 1982) que acaba de salir en España, causó una honda impresión por la forma en que enfoca el cambio climático. Su tesis, basada en miles de datos (casi un tercio de su ensayo son notas a pie de página), es que ya es demasiado tarde: los efectos de la crisis serán devastadores, hagamos lo que hagamos. Aun así, la humanidad debe seguir recortando las emisiones, para no llegar a niveles letales de calentamiento que provocarán un sufrimiento inimaginable, pero sobre todo tiene que prepararse para mitigar los efectos de lo que, inevitablemente, viene. Director adjunto de la revista New York Magazine, su libro nació primero como un artículo y fue creciendo hasta convertirse en un inquietante golpe sobre el futuro de la humanidad. Esta entrevista se realizó el lunes en Madrid.


Pregunta. ¿Estamos condenados? Su libro recuerda un poco a aquel relato de Ray Bradbury en el que dos personajes esperan con paciencia el fin del mundo, anunciado para esa misma tarde, hasta que uno de ellos se da cuenta de que se ha dejado un grifo abierto. Lo cierra y vuelve a esperar el final…

Respuesta. Es una cuestión de cómo definimos "condenados". Creo que ya es inevitable una subida de las temperaturas, es imposible evitar los dos grados de calentamiento, un nivel que los científicos consideran catastrófico. La cuestión es cuánto sufrimiento van a provocar esos dos grados. A veces caemos en la trampa de pensar de forma binaria en el cambio climático. ¿Es real o no es real? ¿Lo derrotaremos o nos derrotará a nosotros? ¿Está ya aquí o forma parte del futuro? Para mí el enfoque es que cada grado de subida de temperatura que logremos reducir evitará a su vez una enorme cantidad de sufrimiento humano. Si tenemos la esperanza de conservar el clima tal y como es ahora, creo que estamos condenados. Pero eso no significa que el proyecto de conservar la vida humana también esté condenado. En un mundo con dos o tres grados de calentamiento, con un nivel enorme de dolor y sufrimiento, seguiremos pensando cómo mejorar nuestra vida, en nuestros seres queridos… Creo que aunque suba la temperatura nuestra civilización sobrevivirá y nos adaptaremos. La cuestión es cuánto nos adaptaremos y con qué grado de calentamiento tendremos que lidiar.


P. ¿Y no podemos hacer nada?

R. Es importante entender que el aumento de la temperatura depende de nosotros. No es un proceso que ocurra fuera de nuestro control, sino a causa de lo que hacemos. Una de las cosas que hacen muy inquietante el calentamiento es que demuestra el poder que tenemos sobre el clima. Soy escéptico sobre la posibilidad de que lleguemos a vivir en un mundo que sea confortable, pero cuánto calentamiento evitaremos depende de lo que hagamos en las próximas décadas.


P. Pero una de las cosas que plantea su libro es que el clima cambia muy rápido y que unos procesos desencadenan otros. ¿Hasta qué punto tenemos la situación bajo control?

R. Creo que seguimos teniendo el control y lo tendremos todavía durante unos años. ¿En qué momento entraremos en un sistema que se calienta solo y no solo impulsado por las emisiones de carbono? No sabemos cuándo ocurrirá y da mucho miedo pensar en ese momento. Para mí es otro argumento a favor de actuar rápidamente, para no alcanzar ese punto de inflexión. Algunas partes del sistema están ya fuera de nuestro control, pero las emisiones de carbono provocadas por la humanidad siguen siendo el factor principal del cambio climático.


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