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La era de la desigualdad de las emisiones de carbono



Fuente: Stockholm Environment Institute - septiembre 2020

Una evaluación de la distribución global de las emisiones de consumo entre los individuos desde 1990 a 2015


En los 25 años transcurridos entre 1990 y 2015, las emisiones mundiales de carbono crecieron un 60%, duplicando aproximadamente las emisiones totales acumuladas a nivel mundial. Esto ha llevado al mundo a acercarse peligrosamente a superar los 2°C de calentamiento, y ahora está a punto de superar los 1,5°C. Este documento examina (se traduce acá parcialmente) las contribuciones marcadamente diferentes de los distintos grupos de ingresos a las emisiones de carbono en este periodo. Se basa en nuevos datos que proporcionan una visión muy mejorada de la desigualdad de ingresos global y nacional, combinados con las emisiones de consumo nacionales durante este periodo de 25 años, para para ofrecer un análisis que relaciona las emisiones con los niveles de ingresos de las poblaciones de 117 países.


Con el cierre de la década más calurosa de la historia, y con los impactos climáticos empeorando constantemente, junto con su coste humano y ecológico, la necesidad urgente de mantener el calentamiento por debajo de los 2 °C -y de aspirar a mantener el calentamiento por debajo de los 1,5 °C- no ha hecho más que ponerse de manifiesto.


Esos objetivos de mitigación, acordados por todos los signatarios del Acuerdo de París, implican que el presupuesto de carbono disponible es finito y disminuye rápidamente. El reciente informe especial del IPCC sobre los impactos del calentamiento global de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales (SR1.5: IPCC 2018) concluye que los presupuestos disponibles son los que se muestran en la Tabla 1 a continuación.


Presupuesto de carbono

Es evidente que se necesita una transición urgente hacia la descarbonización. Y a pesar de la crudeza de estas cifras, pueden ser demasiado optimistas. ¿Por qué optimistas?Porque definen un nivel "aceptable" de calentamiento como un nivel que que es significativamente más alto que el calentamiento actual, que ya está causando la devastación de muchas comunidades, desde el Ártico hasta el Amazonas y Australia. Y poruqe asumen que es aceptable seguir una trayectoria en el que hay un riesgo de uno en tres (33%) de superar el umbral especificado, o incluso una posibilidad entre dos (50%). Se derivan de modelos de circulación general océano-atmósfera del clima que no tienen en cuenta ciertas retroalimentaciones que podrían conducir a mucho más calentamiento, especialmente a largo plazo (Rogelj et al. 2019).


Aun así, el esfuerzo incluso para mantenerse dentro de un presupuesto de carbono tan posiblemente inflado requiere que la sociedad tome decisiones deliberadas y moralmente justificadas sobre su uso. Este informe presenta información sobre el uso del presupuesto de carbono, pasado, presente y futuro. Se centra en las marcadas desigualdades de ingresos y emisiones entre la población mundial, y lo que pueden implicar para opciones prácticas, viables, políticamente aceptables y moralmente equitativas para el futuro.


La distribución global de las emisiones de consumo entre los hogares

De 1990 a 2015, las emisiones de dióxido de carbono aumentaron aproximadamente un 60%, es decir, 13,5 GtCO2. La figura 1 muestra el cambio en la forma de la distribución de las emisiones durante este periodo, a menudo denominada como una "copa de champán".


De abajo a arriba, la anchura de la "copa" corresponde a la contribución a las emisiones globales de las personas más pobres del mundo (en la parte inferior), y a las de las personas más ricas del mundo (en la parte superior), lo que demuestra que las personas con niveles de ingresos crecientes contribuyen cada vez más a las emisiones mundiales.


La figura indica que las emisiones han crecido en el sentido de que el vaso de 2015 es más amplio que el de 1990 y que este crecimiento se ha producido de forma abrumadora en la mitad de la población mundial con mayores ingresos. Esto es así a pesar de que los porcentajes relativos de los grupos de ingresos más ricos y más pobres no han cambiado mucho.


Figura 1: La "copa de champán" de la desigualdad mundial del carbono en 1990 y 2015, mostrando de las emisiones mundiales de carbono en cada año que se atribuyen a individuos en tres grupos de ingresos globales. La población mundial está ordenada por ingresos verticalmente, y la parte correspondiente de las emisiones globales de carbono anuales se representa horizontalmente.


La figura 2 muestra cómo se distribuyó el crecimiento de las emisiones en este periodo entre la población mundial. Cada barra representa la parte del crecimiento total de las emisiones a nivel mundial durante el período asociado al consumo de un ventil (5%) de la población mundial, ordenado de los más pobres (a la izquierda) a los más ricos (a la derecha).



Figura 2: El "dinosaurio" de la desigualdad del carbono en el crecimiento de las emisiones de 1990 a 2015. La población mundial está ordenada en ventiles por ingresos, desde el 5% más pobre a la izquierda hasta el el 5% más rico a la derecha. La línea muestra el aumento de las emisiones per cápita de cada ventil per cápita (como porcentaje de sus emisiones per cápita de 1990), mientras que las barras muestran el aumento de cada ventil en las emisiones totales (como porcentaje del aumento total de las emisiones globales).


La forma general de las barras recuerda al "gráfico del elefante" de Lakner y Milanovic (Lakner y Milanovic 2016, fig. 1a) -que traza la tasa de crecimiento de la renta per cápita en diferentes puntos de la de la distribución global de la renta- aunque es aún más llamativo, ya que el impacto del ventil más rico se asemeja a un largo cuello de "dinosaurio". Esto es instructivo, dado que es el nivel absoluto de emisiones el que resulta decisivo en cuanto a la magnitud de la crisis climática.


El impacto desproporcionado de las personas más ricas del mundo es inequívoco: casi la mitad del crecimiento total de las emisiones absolutas se debe al 10% más rico (los dos ventiles superiores), y el 5% más rico contribuyó a más de un tercio (37%). La mitad restante se debió casi por completo a la contribución del 40% medio de la distribución global de la renta (los ocho ventiles siguientes). El impacto de la mitad más pobre (los diez ventiles inferiores) de la población mundial fue prácticamente insignificante.


En los siguientes cuadros y gráficos se muestra la evolución de la desigualdad del carbono a lo largo del periodo dos tablas y tres gráficos. La Tabla 3 y las Figuras 3 y 4 muestran la evolución del consumo anual de los individuos de cinco grupos de ingresos globales a lo largo del periodo 1990-2015.


Tabla 3: Emisiones totales de carbono acumuladas y porcentajes de las emisiones totales de carbono acumuladas de 1990 a 2015 asociadas al consumo de individuos en diferentes grupos de ingresos globales, y las correspondientes cuotas del presupuesto global de carbono desde 1990 bajo diferentes objetivos de temperatura.

Figura 3: Proporción de las emisiones totales de carbono asociadas al consumo de individuos en diferentes grupos de ingresos globales de 1990 a 2015.


La tabla 4 muestra los porcentajes correspondientes de las emisiones acumuladas, es decir, las emisiones totales añadidas a la atmósfera a lo largo del periodo, también representado en la Figura 5 - y sus respectivos porcentajes de las estimaciones del presupuesto global de carbono desde 1990.



Figura 4: Emisiones totales de carbono asociadas al consumo de individuos en diferentes grupos de ingresos globales de 1990 a 2015.



Figura 5: Emisiones de carbono acumuladas asociadas al consumo de individuos en diferentes grupos de ingresos globales de 1990 a 2015


Cabe destacar que, como sugieren las formas similares de las distribuciones de la "copa de champán" para 1990 y 2015, los porcentajes entre los grupos de ingresos no han cambiado mucho durante este de ingresos no ha cambiado mucho durante este periodo, y los grupos de ingresos altos siguen generando una parte desproporcionada de las emisiones mundiales. las emisiones mundiales.


Encontramos que en 2015 el 10% superior estaba relacionado con casi la mitad de las emisiones mundiales, de forma similar al 40% medio, cuya proporción aumentó muy modestamente en los 25 años anteriores. El vinculadas al 10% más alto crecieron casi tanto como el 40% medio durante el periodo.


Las emisiones relacionadas con el 1% superior crecieron más de tres veces que las relacionadas con el 50% inferior. Dado que el 50% inferior tiene 50 veces más personas, las emisiones medias de consumo per per cápita vinculadas al 1% superior en 2015 fueron más de 100 veces mayores que las emisiones medias de consumo per cápita de la mitad más pobre de la población mundial.


Tabla 5


El cuadro 5 muestra la composición geográfica de las emisiones asociadas al consumo de individuos de cada grupo de ingresos global en 1990 y 2015. Mientras que una parte creciente de de las emisiones asociadas al consumo del 10% y el 1% de las personas más ricas del mundo se se encuentra en países de rápido crecimiento e industrialización como China e India, es notable que en 2015, una clara mayoría de las emisiones de esos grupos de mayores ingresos mundiales seguían procediendo de

personas que viven en Norteamérica y Europa. En el 50% inferior de la distribución, los habitantes de China y la India siguieron siendo, en 2015, los que más contribuyeron a la muy baja de las emisiones.

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