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Lo que la psicoterapia puede hacer por la crisis climática y ecológica



Escrito por Caroline Hickman para Climate Psychology Alliance junio 2019 y en The Converstation en junio de 2019


Les pido disculpas de antemano, pero espero que leer esto les ayude a sentirse deprimidos - sobre la pérdida de biodiversidad y nuestra falta de progreso en la crisis climática. El tema es que, en estas circunstancias extremas, un poco de depresión sobre el medio ambiente podría ser precisamente lo que necesitamos - es la única respuesta sensata.


Que los humanos están teniendo un impacto insostenible en la Tierra puede haberse convertido en un mensaje al que ya nos acostumbramos - pero sigue siendo un mensaje difícil de escuchar. Nos presenta un reto complejo dada nuestra reticencia a enfrentarnos al cambio. El activista ambiental Gus Speth dijo una vez que solía pensar que los mayores problemas a los que se enfrentaba el planeta eran la pérdida de biodiversidad, el colapso de los ecosistemas y el cambio climático. Él creía que dentro de 30 años, la ciencia podría abordar estos problemas. Pero, despúes se rectificó:


"Estaba equivocado. Los principales problemas ambientales son el egoísmo, la codicia y la apatía, y para tratar con ellos necesitamos una transformación espiritual y cultural. Y los científicos no sabemos cómo hacerlo."

Entonces, ¿quién sabe cómo hacer eso? ¿Políticos? ¿Economistas? El problema con sus soluciones es el mismo problema al que se enfrentan los científicos, que asumen una acción racional por parte de seres humanos racionales. Pero los humanos pueden ser en gran medida irracionales. Cuando se trata del medio ambiente, a menudo funcionamos como adictos bien intencionados, prometiendo sinceramente dejar de contaminar los mares, envenenar el aire, explotar el mundo natural, y luego seguir haciendo exactamente eso.


Un enfoque psicoterapéutico


Por lo tanto, si seguimos buscando soluciones prácticas afuera de nosotros, seguiremos fracasando. También tenemos que mirar hacia adentro, hacia nosotros mismos. Y este es el trabajo de la psicoterapia - proporcionar los mapas emocionales y relacionales para llevarnos de la catástrofe a la transformación. Como miembro de la Alianza de Psicología Climática (un grupo de académicos, terapeutas, escritores y artistas) creo que el entendimiento psicológico puede ayudar con la amplia gama de complejas respuestas individuales y culturales a la crisis ambiental. Sentimientos como la ira, la culpa, el dolor, el terror, la vergüenza, la ansiedad, la desesperación y la impotencia son reacciones apropiadas. Pero las defensas contra estos sentimientos - negación y negación - significan que hemos evitado tomar las medidas necesarias para abordar su causa. "Psicología climática" es un tipo diferente de psicología. En lugar de ver estos sentimientos como algo a "arreglar" o "curar", los vemos como respuestas saludables y comprensibles: reacciones humanas que se identifican directamente con el planeta.


También es valioso comprender cómo el dolor, la pérdida y el duelo pueden influir en nuestras respuestas al cambio climático. Porque si bloqueamos nuestras emociones, entonces somos incapaces de conectar con la urgencia de la crisis, que puede ser una de las razones por las que hasta ahora no hemos actuado con la suficiente rapidez.


Una imagen diferente


En la práctica, lo que hacemos en psicología climática puede no parecer tan diferente de otros enfoques psicológicos. Lo que es diferente es lo que hay debajo: cómo pensamos, vemos, reflexionamos y respondemos. Esto incluye explorar las dinámicas inconscientes que se interponen en nuestro camino frente a la realidad del cambio climático, y enfrentarnos a nuestra negación y apatía. Al utilizar nuestra comprensión del dolor psíquico para ayudar a las personas a enfrentar la pérdida ecológica que ya está ocurriendo, legitimamos su dolor. Y al adoptar un "lente de cambio climático" a través del cual podemos ver cómo la crisis está moldeando cada vez más el mundo, y que puede llevar a la gente a la terapia, ayudamos a la gente a entender su angustia.


El resultado, si estamos dispuestos a comprometernos, es lo que el experto en sostenibilidad Jem Bendell llama "adaptación profunda". Podemos cambiar la manera en que nos sentimos con respecto a las crisis, establecer una nueva conexión y luego actuar. En nuestro trabajo estamos viendo cada vez más crisis y grietas en las relaciones y angustias personales que provienen directamente de la crisis ambiental. Los adolescentes, por ejemplo, que se sienten alejados de sus padres porque no comparten las mismas preocupaciones sobre la pérdida de biodiversidad. He hablado con niños que dicen que se sienten incapaces de confiar en sus padres debido a la falta de acción de las generaciones mayores. Oigo hablar a parejas incapaces de soportar la tensión de vivir una con miedo al futuro, mientras que la otra deposita su fe en que la tecnología resolverá todo.


El uso de una lente de psicología climática construye el diálogo entre estas diferentes posiciones. Y a través de la comprensión y la empatía con cada posición, las personas pueden empezar a entenderse entre sí. Después de una charla de psicología climática que di recientemente, una mujer que asistió con su hija adolescente me contactó después para decirme que de camino a casa tuvieron su mejor conversación en años. La madre había hablado de su dolor, culpa y temor de que no pudiera proteger a sus hijos. La hija respondió que necesitaba el apoyo de su madre para participar en las huelgas escolares. Encontraron un terreno común y una nueva relación basada en sus miedos y su necesidad de actuar juntos.


En los casos de personas que sufren de ansiedad ecológica y otros problemas similares, la esperanza es encontrar caminos hacia un nuevo mundo formado por una comprensión cada vez más profunda de nuestra relación con el planeta y de cómo nuestro futuro está, en última instancia, entrelazado con la supervivencia de otras criaturas.


Entonces, usando esta comprensión podemos ayudar a navegar por territorios confusos, extraños y atemorizantes. Al reconocer los sentimientos dolorosos, podemos empezar a verlos como si tuvieran un potencial transformador. Es este crecimiento emocional el que podría salvarnos. La depresión es en realidad un paso en el camino que podría llevarnos de vuelta a la superficie.


Como dijo el psicólogo estadounidense James Hillman hace más de dos décadas:


"La psicología, tan dedicada a despertar la conciencia humana, necesita despertar a una de las verdades humanas más antiguas: No podemos ser estudiados o curados aparte del planeta."




Caroline Hickman es Miembro del Comité Ejecutivo de la Universidad de Bath y de la CPA


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