Fuente: Conferencia Une Epoque Formidable - 04/11/2020
"La vida, en la Tierra, está muriendo. Ignorarla sería tan insensato como suicida. Más que una transición, creo que necesitamos una revolución."
En esta conferencia, Aurélien Barrau propone nuevas formas de resistencia y analiza cuáles son las fuentes y cuáles son las formas que adopta la oposición al pensamiento ecológico y sugiere nuevas vías de resistencia para superar el inmovilismo suicida.
Transcribimos en esta primera parte, los primeros 20 minutos.
Parte 1 - Extracto de la conferencia Une Epoque Formidable (hasta minuto 20)
Sobre la situación actual:
Estamos en la 6ta Extinción masiva de la Tierra pero también en la Primera Exterminación Deliberada. No es provocada por la caída de un asteroide. La situación de la humanidad es extraña porque somos los autores y las víctimas de esta catástrofe en curso.
Desde un punto de vista intelectual la situación es confortable porque para proyectar no hace falta mas que hacer un balance de lo que perdimos en algunas décadas:
60% de los bosques
68% de los mamíferos salvajes
60% de los insectos
Lo esencial de la catástrofe ya ha tenido lugar. Todos los incrédulos y, negadores son hoy unos sinvergüenzas, porque no estamos proyectando sino dando cuenta de lo que ya pasó.
800 mil muertos en Europa por polución por año
Una cuarentena de países con estrés hidrico
El derretimiento acelerado del casquete polar de Groenlandia
La ONU nos anuncia que tendremos entre 200 y 700 millones de refugiados climáticos en 30 años. Esto es la guerra, no hace falta ser un gurú apocalíptico sino hacer un simple análisis geopolítico básico y saber que tales niveles de inmigración traerán conflictos generales que impactarán no sólo a la humanidad porque ya hay 1 millón de especies en peligro de extinción.
No es dar prueba de catastrofismo sino dar prueba de racionalidad elemental al analizar este cuadro de situación lamentable.
Sobre si la destrucción del planeta proviene del hecho de sentirnos propietarios del mismo:
Es un error decir que la humanidad ha destruido el planeta, en realidad es la cultura occidental contemporánea que es una parte muy pequeña de la humanidad, pero que en términos intelectuales es muy dominante y también lo es en términos de poder material. Pero esta relación o concepción, no es más que un tipo de relación con la naturaleza entre muchos otros. Y muchas de las culturas que en gran parte hemos erradicado, desarrollaron una relación con la naturaleza que es fundamentalmente distinta a la nuestra.
Entonces la primera constatación es darnos cuenta que ese “nosotros” se refiere a una parte minoritaria que no ha comprendido que debe desarrollar conexiones con el mundo natural.
Es una minoría pero que en términos de fuerza es abrumadoramente mayoritaria, porque somos nosotros los que podemos destruir el mundo en que nos encontramos. En términos, de riqueza, de poder, creo que es una minoría extrema.
Sobre la diversidad de lo real:
La diversidad es tal que debemos intentar aprehenderla y recrearla con la mayor cantidad de modalidades posibles, esa es la mejor manera. Renovar las distintas formas de ser y estar en el mundo sería el primer gesto de deponer nuestra violencia hegemónica.
Estoy cansado de la hegemonía de las ciencias duras, son maravillosas, de una elegancia fascinante, pero no son la totalidad de lo real. Las ciencias sociales y humanas existen por supuesto, pero más allá de ellas hay relaciones con el mundo que no son de naturaleza científica y que no son menos profundas. Escuchar la Primera sinfonía de Beethoven, no es una experiencia estética, es ante todo una reelaboración de lo real. Las artes funcionan cognitivamente y debería ser posible reelaborar la legitimidad de un pensamiento sin sujetarlo a una carcaza científica.
Sobre la ilimitación del capitalismo
El capitalismo tiene un principio de auto-ilimitación que es incompatible con la duración.
Pero hay que abstenerse de buscar un enemigo único, hay un problema, sin duda, con el sistema económico contemporáneo, hay un problema sistémico global que hay que afrontar, pero los mayas no eran capitalistas, los emperadores romanos no eran capitalistas y su capacidad de destrucción era inigualable.
Tiendo a pensar que la ilimitación económica es un síntoma más que una causa de nuestra relación irracional desacralizada con lo que llamamos nuestro real.
El principio de ilimitación en sí no es dramático como tal. Es dramático dentro de la modalidad que ha tomado. Si nuestros deseos de amar, crear, inventar, ayudar fueran ilimitados no habría problema. Son nuestros deseos de posesiones materiales ilimitadas, asociados a una producción destructiva lo que es el problema.
No pensemos que la ecología es castradora o decrecentista, sino que apela a todos los crecimientos fundamentales, salvo a una ínfima parte de nuestras actividades que es la acumulación de posesiones materiales que destruyen las condiciones de habitabilidad de nuestro planeta. De hecho no hay que renunciar a casi nada. Pero se da la situación que casi nada destruye casi todo.
Sobre la oposición entre ser humano y animal
La oposición del ser humano al animal es muy cuestionable, porque somos una de las 7 millones de especies animales, biológicamente hablando somos primates. Como astrofísico me preguntan “¿la humanidad está sola en el Universo?” y yo les aseguro que no. ¡Ah! -me preguntan- ¿Se descubrió la vida extraterrestre?, No –les digo- descubrimos la vida terrestre: pertenecemos a este planeta junto con 7 millones de especies, lo hemos olvidado.
Sobre la necesidad de elección
Nos tenemos que poner serios sobre lo que tiene sentido. Hay que comprender en algún momento que todo no es compatible con todo, que cuando los niños juegan 3 horas seguidas al Fortnight no leen; es una cosa o la otra. Tenemos un tiempo limitado, el tiempo que pasamos en Instagram, facebook, twitter no lo pasamos en los libros y de la misma manera los recursos que podemos desarrollar para cierto disfrute, esencialmente artificial, no los desarrollamos en maravillarnos en relación a otro real. Por ejemplo, nuestros hijos, y nosotros mismos, sabemos reconocer los sonidos de las notificaciones de nuestro celular, pero no sabemos reconocer los cantos de los 3 pájaros más comunes que viven en nuestras ciudades,
Lo que hay que poner sobre la mesa es la cuestión de la elección, qué tiene sentido, qué es lo que deseamos valorizar, qué es lo que nos da valor a los ojos del otro. Este es el corazón del problema, todos queremos ser amados, ¿qué es lo que nos hace ser amados finalmente? ¿ poder postear mi viaje en Instagram?
Hay que poner las verdaderas cuestiones axiológicas, es decir sobre valores, sobre la mesa.
Sobre la necesidad de viajar para conocer la alteridad
No está convencido de que sea necesario. Tiene muchos alumnos que fantasean con los viajes: les gusta la alteridad, la multiculturalidad, por lo tanto les gusta viajar. Pero no conocen a los que habitan en su propio inmueble. En el que encontrarán judíos, cristianos, musulmanes, ateos. Una diversidad cultural absolutamente extraordinaria. No hay una real necesidad de hacer 20 mil kilómetros para ir a Nueva Zelanda para descubrir la alteridad radical.
El filósofo Jaques Derrida decía "Todo otro es todo otro", en el sentido de que cada otro es infinitamente otro. Creo efectivamente que no tenemos ninguna necesidad de ver los leones en África mientras no conocemos ninguno de los mamíferos que pueblan nuestras praderas, ninguno de los pájaros que pueblan nuestras montañas. Y, de todas maneras, cuando uno ve a esos animales en las reservas, su comportamiento está totalmente atrofiado, no tiene nada de auténtico.
Sobre como redifinir el término "utilidad" y sobre los incendios de la selva Amazónica:
Todos han llorado los incendios en el Amazona,s pero para muchos el título fue "perdemos los pulmones del planeta". Pero eso es tonto, el pulmón es un órgano que me permite vivir, pero al que no le tengo ninguna afección en particular.
Si se dice que la Selva Amazónica es un pulmón, estamos considerando que el rol de la selva es darnos oxígeno. La selva es el lugar de la vida. Tiene sentido por sí misma. Esa subjetivación de la alteridad para nuestra satisfacción, como sucedió con el colonialismo y como sucede ahora con el especismo, es grave. Es considerar a los animales o a la naturaleza -término también discutible- como un simple recurso. Es un pecado capital. Como lo decía Kant, considerar que el otro no es más que un medio para arribar a un fin. Es así como nos comportamos hoy en día con la vida no humana.
Todo lo que hay que cambiar genera un desorden, es verdad: la idea del fin de la esclavitud era considerada como imposible, admitían que era inmoral, pero que no podía hacerse nada.
Lo mismo con el trabajo infantil, cuando los chicos trabajaban 12 horas en las minas, al principio era normal, de la misma forma que la esclavitud, después se daban cuenta que era inmoral pero decían que no podía hacerse nada.
Esto mismo se dice sobre los millones de seres sensibles que matamos cada año sin ninguna necesidad
Nos olvidamos que el mundo es el que nosotros hemos construido, que puede ser otro.
Hemos olvidado la contingencia, que lo real puede ser diferente
Es catastrófico
La economía, por ejemplo, no existe, es una pura convención
Si digo, yo anulo la deuda, se anula
Por un acto del lenguaje, es un hecho performativo
Pero si por un acto del lenguaje digo la temperatura debe bajar X grados, no pasa nada. El clima, la salud, la muerte, el sufrimiento son reales, las palabras no pueden hacer nada.
La economía es una simple convención entre nosotros.
En 30 años cuando nos encontremos con los verdaderos problemas de un planeta que ha generado sus contra reacciones positivas y que entremos en un régimen de inestabilidad total, porque no se cambiaron las reglas de juego a pesar de saber que la partida era suicida
Las palabras importan, hablamos de crecimiento económico para significar nuestra predación suicida y mortífera. Lo mismo para el progreso.
Haber suplantado las redes sociales por los libros ¿es progreso? Es una adicción. Pero hay una fascinación por la innovación tecnológica
La meta violencia es continuar por la misma via como si fuera inevitable.
Pensamiento mágico es:
Pensar que hablar del clima tiene un efecto sobre las emisiones. En realidad hay una correlación positiva entre COP y CO2
O que vamos a poder bajar las emisiones y al mismo tiempo hacer subir el PBI.
Todos los datos, los hechos muestran que no, que es todo lo contrario
Según el argumento de que tenemos derechos inalienables, que la libertad no es negociable, por ej a viajar en avión, pero si esa persona está muerta no podrá elegir nada
El derecho fundamental es el de continuar viviendo. Si para poder salir a la calle sin que un calor mortífero amenace mi vida tengo que renunciar a la libertad de volar, ese esfuerzo debe ser hecho.
Tenemos que reinventar todo, poner todo sobre la mesa, deconstruir todo.
Hay un pensamiento mágico que la ciencia podrá solucionar todos los problemas, No hay un pasaje mecánico de lo descriptivo a lo normativo. La ciencia es descriptiva, la problemática es normativa
La ciencia juega un rol fundamental en la descripción del fenómeno climático y ecológico
No podemos definir de anti ciencia a los que propician el inmovilismo climático sino de bastardos “yo prefiero mi confort a la vida de mis hijos”. Confort definido además extraordinariamente y parcialmenta atrofiados
Es un problema no de anticiencia sino de valores, de ética y de coherencia.
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