En base a NPR - Por Laura Sullivan - Septiembre de 2020
El marketing del reciclaje vende más plástico, porque lo compramos creyendo que se va a reusar: no es cierto.
Laura Leebrick, gerente de Rogue Disposal & Recycling en el sur de Oregon, está parada al final de su vertedero viendo una avalancha de basura plástica que sale de un semirremolque: contenedores, bolsas, envases, envases de fresas, vasos de yogur. Nada de este plástico se convertirá en nuevas cosas de plástico. Todo está enterrado.
"Para mí eso fue una traición a la confianza pública", dijo. "Había estado mintiendo a la gente... sin querer." Rogue, como la mayoría de las empresas de reciclaje, había estado enviando basura plástica a China, pero cuando China cerró sus puertas hace dos años, Leebrick registró los EE.UU. en busca de compradores. Sólo pudo encontrar a alguien que quería jarras de leche blanca. Ella envía las botellas de gaseosas al estado.
Pero cuando Leebrick trató de decirle a la gente la verdad sobre el entierro de todo el plástico, dice que la gente no quería oírlo.
Recuerdo la primera reunión en la que le dije al ayuntamiento que costaba más reciclar que deshacerse del mismo material que la basura", dice, "y fue como si se hubiera hablado de herejía en la sala": Estás mintiendo. Esto es oro. Nos tomamos el tiempo de limpiarlo, quitamos las etiquetas, lo separamos y lo ponemos aquí. Es de oro. Esto es valioso".
Pero no es valioso, y nunca lo ha sido. Y lo que es más, los fabricantes de plástico - las mayores compañías de petróleo y gas de Estados Unidos - lo han sabido todo el tiempo, incluso cuando gastaron millones de dólares diciéndole al público americano lo contrario.
El resultado es que terminan en vertedero o exportándose a países sin la capacidad de gestión y consecuentemente, contaminando el suelo y el océano, calculan que entre 12 y 21 millones de toneladas métricas de microplástico se encuentran en sólo los 200 metros superiores del océano Atlántico. Tal cantidad de plástico - 21 millones de toneladas - sería suficiente para cargar completamente casi 1.000 buques portacontenedores. En un solo metro cúbico de agua de mar, encontraron hasta 7.000 partículas de plástico.
Estos microplásticos terminan en toda la cadena alimenticia: el agua, el agua embotellada, las frutas, los peces, y en todos los órganos del cuerpo humano.
Si las tendencias actuales continúan, la cantidad de residuos plásticos que contaminan los océanos aumentará hasta los 29 millones de toneladas anuales en 2040, el equivalente a 50 kg por cada metro de costa en el mundo.
Esta historia es parte de una investigación conjunta con la serie de PBS Frontline que incluye el documental Plastic Wars, que salió al aire el 31 de marzo en PBS.
NPR y PBS Frontline pasaron meses investigando documentos internos de la industria y entrevistando a ex funcionarios de alto nivel. Encontramos que la industria vendió al público una idea que sabía que no funcionaría - que la mayoría del plástico podría ser, y sería, reciclado - todo ello mientras se ganaban miles de millones de dólares vendiendo al mundo plástico nuevo.
Encontramos que la industria sabía que el reciclaje no mantendría el plástico fuera de los vertederos y el medio ambiente es de los primeros días del programa. "Hay serias dudas de que [el reciclaje de plástico] pueda ser viable económicamente", escribió un conocedor de la industria en un discurso de 1974.
Sin embargo, la industria gastó millones diciéndole a la gente que reciclara, porque, como dijo un ex-intermediario de la industria a NPR, la venta de reciclaje vendía plástico, incluso si no era cierto.
"Si el público piensa que el reciclaje funciona, entonces no se preocupará tanto por el medio ambiente", dijo a NPR Larry Thomas, ex presidente de la Sociedad de la Industria del Plástico, conocida hoy como la Asociación de la Industria del Plástico y uno de los grupos comerciales más poderosos de la industria en Washington, D.C.
En respuesta, el representante de la industria Steve Russell, hasta hace poco vicepresidente de plásticos para el grupo comercial el Consejo Americano de Química, dijo que la industria nunca ha engañado intencionalmente al público sobre el reciclaje y está comprometida a asegurar que todo el plástico sea reciclado.
"La prueba es la dramática cantidad de inversión que está ocurriendo ahora mismo", dijo Russell. "Entiendo el escepticismo, porque no ha sucedido en el pasado, pero creo que la presión, los compromisos públicos y, lo más importante, la disponibilidad de la tecnología nos va a dar un resultado diferente".
Este es el problema básico: Todo el plástico usado puede ser convertido en cosas nuevas, pero recogerlo, clasificarlo y fundirlo es caro. El plástico también se degrada cada vez que se reutiliza, lo que significa que no puede ser reutilizado más de una o dos veces.
Por otro lado, el plástico nuevo es barato. Está hecho de petróleo y gas, y casi siempre es más barato y de mejor calidad para empezar de nuevo.
Todos estos problemas han existido durante décadas, sin importar la nueva tecnología de reciclaje o la costosa maquinaria que se haya desarrollado. En todo ese tiempo, menos del 10 por ciento del plástico ha sido reciclado. Pero el público ha sabido poco acerca de estas dificultades.
A partir de los años 90, el público vio un número creciente de anuncios y mensajes sobre el reciclaje de plástico y el resultado fue una asombroso crecimiento del consumo: se compran 1 millón de botellas plásticas por segundo.
Tales son las dificultades para tratar y controlar el excedente de residuos plásticos que han abierto las puertas a la delincuencia en el sector, tanto en el comercio ilegal como en el tratamiento de residuos ilegales. Un nuevo informe estratégico de INTERPOL sobre la gestión mundial de los desechos de plástico ha revelado un alarmante aumento del comercio ilegal de contaminación plástica en todo el mundo desde 2018.
El informe, titulado Análisis estratégico de INTERPOL sobre las nuevas tendencias delictivas en el mercado mundial de desechos plásticos desde enero de 2018, indica que en los dos últimos años se ha producido un aumento considerable de los traslados de desechos ilegales, principalmente desviados hacia el Asia Sudoriental a través de múltiples países de tránsito para camuflar el origen del traslado de los desechos.
Otras conclusiones importantes son el aumento de los incendios y vertederos de desechos ilegales en Europa y Asia, un aumento considerable del uso de documentos falsificados y registros de desechos fraudulentos, y estudios de casos de cada uno de los países contribuyentes que ilustran la magnitud y la complejidad del problema.
Sobre la base de fuentes abiertas y de información de inteligencia criminal de 40 países, el informe ofrece un amplio panorama mundial de las nuevas rutas de tráfico y las amenazas de la delincuencia en el mercado de los desechos plásticos, y recomienda respuestas de aplicación de la ley adaptadas a cada caso.