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Las emisiones de CO2, el consumo de agua y de minerales de la Inteligencia Artificial

  • Foto del escritor: Homo consciens
    Homo consciens
  • 16 abr
  • 10 Min. de lectura

Actualizado: 21 abr


En base a The Conversation - 15 de abril de 2025; The Guardian - 15 de septiembre de 2024; The Guardian - 9 de abril de 2025; Agencia Internacional de Energía:


Pese a las promesas de cero neto (que sabíamos eran puro greenwashing) tres de las mayores empresas tecnológicas, Microsoft, Google y Meta, han registrado un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero desde 2020. Y los centros de datos repletos de servidores que ejecutan programas de IA día y noche tienen gran parte de la culpa.


Para empeorar las cosas, según un análisis de The Guardian, entre 2020 y 2022 las emisiones reales de los centros de datos «internos» o propiedad de las empresas de Google, Microsoft, Meta y Apple son probablemente un 662% superiores a las declaradas oficialmente.




En estas cuentas no se está teniendo en cuanta a Amazon, que es el mayor emisor de las cinco grandes empresas tecnológicas por mucho (las emisiones del segundo mayor emisor, Apple, fueron menos de la mitad de las de Amazon en 2022), porque su modelo de negocio es diferente y hace difícil aislar las cifras de emisiones específicas de los centros de datos de la empresa.


Y no hay miras de que esto disminuya: El Foro Económico Mundial estimó en abril de 2024 que la potencia informática dedicada a la IA se duplica cada 100 días.


Es claro que la farsa de la preocupación por la crisis climática ha sido dejada de lado por nuestras elites. Hoy nadie se preocupa por las emisiones de la industria armamentìstica que trabaja a capacidad completa con los bombardeos a Gaza y la guerra en Ucrania (de paso siempre fortaleciendo la zona del Pacìfico para un eventual enfrentamiento con China) ni de la proliferación de los centros de procesamiento de datos que requiere la inteligencia artificial.


Pareciera que la esperanza en el futuro descansa en la violencia disciplinaria, y en los últimos remanentes de la ideología del progreso encarnda en la IA. Dice Miguel Benasayag: "Todo transcurre como si al constatar los lìmites de la racionalidad moderna, los humanos hubieran decidido transferir las preguntas de la racionalidad a las grandes computadoras de cálculos, y esperaran que ellas sean capaces de construir un mundo más viable. Habrá que ver en qué consiste esa "viabilidad", que ya asoma como el quiebre de los lazos, demasiado opacos, demasiado imprevisbles".


Nada extraño dentro del paradigma actual: más antropoceno.


La IA succiona (energía y agua)

Pero la ilusión de la desmaterializción es tan sólo eso, una ilusión: la IA no funciona sólo a base de datos.


Mientras los programas de IA se «entrenan» y se alimentan con enormes cantidades de información a lo largo de varias semanas y meses, los procesadores funcionan 24 horas al día, 7 días a la semana. Una vez puesta al día, una IA puede utilizar 33 veces más energía para completar una función que un software tradicional.


De hecho, según Gordon Noble y Fiona Berry, investigadores de sostenibilidad de la Universidad Tecnológica de Sidney, una sola consulta a un chatbot con IA puede consumir diez veces más energía que una búsqueda tradicional en Google.


Según la Agencia Internacional de Energía: «Esta enorme demanda de energía se traduce en un aumento de las emisiones de carbono y del consumo de agua, y puede suponer una carga adicional para las redes eléctricas, ya de por sí sobrecargadas por el cambio climático», afirman. Y agregan: “Se prevé que la demanda mundial de electricidad de los centros de datos se duplique con creces en los próximos cinco años, consumiendo para 2030 la misma cantidad de electricidad que todo Japón consume actualmente".


La huella hídrica de la inteligencia artificial

Pero los centros de datos no sólo consumen energía, sino también agua: hay que bombear millones de litros de agua para mantenerlos refrigerados. Estos enormes almacenes de servidores compiten con las personas y con la vida por una parte cada vez mayor de la energía y el agua.


Para colmo, Amazon, Microsoft y Google tienen sus centros de datos en algunas de las zonas más áridas del planeta y están construyendo muchos más, según han descubierto la organización de investigación sin ánimo de lucro SourceMaterial y The Guardian.


Los centros de datos, grandes almacenes o galpones que contienen servidores conectados en red utilizados para el almacenamiento y procesamiento remoto de datos, así como para entrenar modelos de IA como ChatGPT, utilizan agua para su refrigeración. El análisis de SourceMaterial identificó 38 centros de datos activos propiedad de las tres grandes empresas tecnológicas en partes del mundo que ya se enfrentan a la escasez de agua, así como 24 más en fase de desarrollo.

La ubicación de los centros de datos suele ser un secreto industrial. Sin embargo, a partir de noticias locales y fuentes del sector como Baxtel y Data Center Map, SourceMaterial ha elaborado un mapa de 632 centros de datos -activos o en desarrollo- propiedad de Amazon, Microsoft y Google.


Muestra que los planes de estas empresas implican un aumento del 78% en el número de centros de datos que poseen en todo el mundo a medida que la computación en nube y la IA provocan un aumento de la demanda mundial de almacenamiento, con construcciones previstas en Norteamérica, Sudamérica, Europa, Asia, África y Australia.


En 2023 Microsoft dijo que el 42% de su agua procedía de «zonas con estrés hídrico», mientras que Google afirmó que el 15% de su consumo de agua se realizaba en zonas con «gran escasez de agua». Amazon no comunicó ninguna cifra.


Ahora estas empresas planean ampliar sus actividades en algunas de las regiones más áridas del mundo, según el análisis de SourceMaterial y The Guardian.




«No es casualidad que estén construyendo en zonas áridas», ya que los centros de datos tienen que construirse en el interior, donde la baja humedad reduce el riesgo de corrosión de los metales, mientras que el agua de mar también provoca corrosión si se utiliza para la refrigeración, dijo Jaume-Palasí.


En la práctica, el consumo de agua es aún mayor, ya que las cifras no tiene en cuenta el agua utilizada para generar la electricidad que alimentará las nuevas instalaciones, según Aaron Wemhoff, especialista en eficiencia energética de la Universidad de Villanova, en Pensilvania.


Se calcula, por ejemplo, que los nuevos centros de datos de Amazon en Aragón consumirán más electricidad que toda la región.


Los minerales necesarios para la construcción de los centros de datos


Los centros de datos son instalaciones sofisticadas que requieren una amplia gama de materiales para garantizar su eficiencia, fiabilidad y sostenibilidad. He aquí algunos de los principales productos indispensables en la construcción de centros de datos:


  • Acero y hormigón: Estos materiales forman la base y el armazón de los centros de datos, garantizando que puedan resistir los retos medioambientales y la prueba del tiempo.

  • Cobre para la infraestructura eléctrica: El cobre es un componente esencial de la infraestructura eléctrica de los centros de datos. Se utiliza mucho en el cableado y los sistemas eléctricos por su excelente conductividad y durabilidad. El cobre garantiza la transmisión ininterrumpida de electricidad, que es vital para el funcionamiento continuo de los servidores y los sistemas de refrigeración.

  • Aluminio para los sistemas de refrigeración: Las propiedades de ligereza y conductividad térmica del aluminio lo hacen ideal para disipadores de calor y componentes de refrigeración, ayudando a disipar el calor generado por servidores y equipos electrónicos.

  • Silicio para semiconductores: El silicio es la piedra angular de la industria de semiconductores, que forma parte integral de los centros de datos. Los semiconductores se utilizan en procesadores, chips de memoria y diversos componentes electrónicos que alimentan las operaciones de los centros de datos. El avance continuo de la tecnología de semiconductores es crucial para mejorar el rendimiento de los centros de datos. (puede verse el costo oculto de la fabricación del silicio aquí)

  • Metales de tierras raras: Los metales de tierras raras, como el neodimio y el disprosio, son vitales para la producción de tecnologías avanzadas utilizadas en los centros de datos. Estos metales son esenciales en la fabricación de discos duros, sistemas de refrigeración y otros equipos de alta tecnología que garantizan el funcionamiento eficiente de los centros de datos.

  • Litio para almacenamiento de energía: Las baterías de iones de litio se utilizan para soluciones de almacenamiento de energía en centros de datos. Proporcionan energía de reserva para garantizar un funcionamiento ininterrumpido durante los cortes de electricidad. La demanda de litio crece a medida que los centros de datos buscan opciones de almacenamiento de energía "sostenibles" y fiables.


Recordemos que estas industrias son grandes emisoras y grandes desestabilizadoras y contaminadoras del ambiente. La minería agrega también una huella hídrica enorme a las ya grandes necesidades de agua para el funcionamiento de los centros de datos. Podríamos diseccionar el impacto ambiental de cada uno de estos materiales y veríamos que las emisiones, la contaminación y el impacto en las comunidades que sufren las actividades extractivas son enormes.


Una solución dudosa

Según según Gordon Noble y Fiona Berry, investigadores de sostenibilidad de la Universidad Tecnológica de Sidney, los expertos sólo tienen una visión parcial del consumo de recursos de la IA. Una encuesta reveló que sólo el 5% de los profesionales de la sostenibilidad en Australia creían que los operadores de centros de datos proporcionaban información detallada sobre su impacto medioambiental (como vimos, este sospecha es correcta).


Y si bien muchos imaginan lo que podríamos hacer con la IA, de hecho persiste la creencia moderna que vamos a solucionar los problemas que creamos con tencnología con más tecnología, es importante reconocer lo que la IA ya está haciendo, en qué cosas se está aplicando. Y no es de extrañar que la mayoría de las aplicaciones estén dirigidas a ayudar a la economía extractivista, al parasitario sector financiero, a la industria de la guerra y a la manipulación masiva.


Así, una investigación de Scientific American descubrió que la IA se usó en la extracción de petróleo en 2019 para aumentar sustancialmente la producción. Es clave también en el sector minero y en el agronegocio. La industria de la guerra no se iba a quedar atrás: los últimos "adelantos" de la razón humana se utilizan en la campaña de bombardeos del ejército israelí en Gaza, que en un momento dado identificó 37.000 objetivos potenciales en función de sus aparentes vínculos con Hamás. Otros usos incluyen las armas autónomas, la vigilancia e invasión de la privacidad, desinformación y deepfakes, manipulación social, eliminación de puestos de trabajo, etc..


En fin, parece que todo indica que estamos usando la IA para desvastar aún más al planeta.


¿Quiénes son los mayores inversores en el sector de los centros de datos?

No hay mucha sorpresa aquí.


Según el sitio de inversiones Depoint "La influencia de BlackRock en el ámbito del capital riesgo determina de forma significativa el panorama del desarrollo de centros de datos. Sus inversiones estratégicas apoyan la construcción de instalaciones a gran escala, especialmente centros de datos de hiperescala, cada vez más necesarios para gestionar las amplias demandas de datos y computación impulsadas por la IA y los macrodatos"


En su propio sitio, Blackrock señala que "AIP (the AI Infrastructure Partnership) (...) tratará inicialmente de desbloquear 30.000 millones de dólares en capital de inversores, propietarios de activos y empresas, lo que a su vez movilizará hasta 100.000 millones de dólares en potencial de inversión total si se incluye la financiación de la deuda. Al invertir en centros de datos de IA e infraestructuras energéticas de última generación, AIP no solo está ampliando la capacidad, sino que está dando forma al futuro del crecimiento económico impulsado por la IA"


Exactamente lo que require el planeta y la humanidad, más IA para seguir con el extractivismo y, el crecimiento económico, siempre beneficiando al 0.1% más rico del planeta que ya son prácticamente los dueños de todo.



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