Fuente: Lighthouse Reports - 6 DE MAYO DE 2022
Aunque los precios de los alimentos ya estaban en alza antes de la invasión rusa de Ucrania, el estallido de la guerra en el granero de Europa hizo que se dispararan, poniéndolos fuera del alcance de los consumidores pobres. ¿Pero a qué precio? ¿Y quién se ha beneficiado?
Los precios mundiales de los alimentos alcanzaron en marzo los niveles más altos de su historia. Mientras millones de personas se enfrentan al hambre en todo el mundo, los especuladores han inundado los mercados de productos básicos en un intento de sacar provecho de la escalada de precios.
Tras la invasión rusa de Ucrania, los bancos internacionales empezaron a perfilar formas para que los inversores minoristas apostaran por la subida de los precios de los alimentos. El 7 de marzo, cuando el trigo alcanzó el precio más alto de su historia, el equipo de gestión de patrimonios de JP Morgan publicó un artículo en el que animaba a sus clientes a invertir en fondos agrícolas.
En la primera semana de marzo, los "fondos que cotizan en bolsa" vinculados a las materias primas (o ETF, que están abiertos a la negociación al público) recibieron 4.500 millones de dólares de inversión. En abril, dos de los principales ETF agrícolas habían atraído una inversión neta de 1.200 millones de dólares, frente a sólo 197 millones de dólares en todo el año 2021.
Mientras se avecina otra crisis de los precios de los alimentos, con informes de que el precio del pan se ha duplicado en los países con inseguridad alimentaria de África y Oriente Medio, revelamos cómo los reguladores financieros se plegaron a los poderosos grupos de presión al debilitar los frenos a la especulación excesiva que se propusieron tras la última crisis de 2008.
MÉTODOS
Rastreamos los flujos de dinero en algunos de los mayores fondos agrícolas que cotizan en bolsa y que operan con trigo, y analizamos los datos sobre los niveles de inversión especulativa en los mercados de futuros agrícolas, ya que la participación de los especuladores en los mercados de trigo aumentó bruscamente tras la invasión de Rusia en Ucrania.
Hablamos con expertos, denunciantes y veteranos del sector, que expresaron su preocupación por el hecho de que los actuales niveles de especulación puedan estar impulsando y exacerbando el aumento de los precios. Los expertos también ayudaron a identificar cómo las debilidades estructurales han permanecido sin abordar desde la crisis alimentaria de 2007-2008, y cómo los intentos de los reguladores para frenar la especulación excesiva desde entonces se han debilitado frente a la decidida presión de la industria.
Por último, utilizamos las leyes de libertad de información para obtener documentos que muestran cómo la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA), entre cuyos miembros se encuentran entidades como Goldman Sachs, BNP Paribas, Blackrock y Citibank, presionó con éxito al regulador de la UE, la Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM), para que debilitara los límites de posición en el comercio especulativo de materias primas.
"Sin una normativa más estricta, los mercados de futuros de materias primas se convertirán cada vez más en un casino que permitirá a los especuladores obtener enormes beneficios a costa del hambre y de los medios de vida de los agricultores, lo cual es un problema porque la alimentación es un derecho humano", nos dijo la experta en seguridad alimentaria Jennifer Clapp.
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RESUMEN
El aumento de los precios de los alimentos ya está teniendo un impacto perjudicial en todo el mundo, especialmente en los países que dependen de las importaciones. El Banco Mundial ha calculado que por cada punto porcentual de aumento de los precios de los alimentos, 10 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema.
Hablamos con trabajadores humanitarios y familias de Líbano y Egipto que nos hablaron de la terrible realidad a la que se enfrentan, ya que los medios de vida de las personas se han visto alterados por el aumento vertiginoso de los costes.
En Beirut, Ali Chamas, padre de cuatro hijas, una de las cuales está enferma y requiere un tratamiento que no puede pagar, habló de la compra de alimentos en un pequeño minimercado a base de préstamos: "Antes comíamos carne dos o tres veces por semana, ahora incluso una vez es difícil (...) Estamos arruinados a muchos niveles". El último informe sobre la alimentación elaborado por el Grupo Internacional de Expertos en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES) registró una subida del 70% en el precio del pan sólo en Líbano.
La agencia de ayuda alimentaria de la ONU, el Programa Mundial de Alimentos (PMA), afirma que ya se enfrenta a un aumento del 50% en los costes de las operaciones mundiales. Knut Andersen, responsable de medios de subsistencia y seguridad alimentaria del Consejo Noruego para los Refugiados, nos dijo: "Colaboramos con el PMA en la distribución de alimentos, y la cantidad de comida que obtenemos actualmente por la misma cantidad de dinero es entre un 30% y un 50% menor que hace un año".
Los expertos nos dijeron que el fracaso de los reguladores a la hora de introducir normas estrictas sobre la especulación en los mercados de productos básicos es en parte culpable de la situación actual. Antiguos funcionarios del regulador nos dijeron que -además de la presión de la industria- la falta de consenso científico sobre si la especulación excesiva contribuyó a la crisis de los precios de los alimentos de 2007-2008 había sido un obstáculo para los reguladores.
El grupo de presión financiera ISDA restó importancia a la contribución de la especulación excesiva al aumento del coste de los alimentos en la actualidad: "Los precios de los productos básicos reflejan ante todo la contracción de la oferta causada por la crisis de Ucrania. Existen percepciones fundamentalmente erróneas sobre la conexión entre la especulación, los derivados y la volatilidad y el aumento de los precios en los mercados de materias primas. De hecho, los derivados son herramientas vitales que permiten a las empresas gestionar el riesgo asociado a la volatilidad de los precios", dijo un portavoz.
Pero los investigadores de la Universidad de Bonn afirmaron que existe el riesgo de que la especulación excesiva contribuya a la subida de los precios de los alimentos en la actualidad. Basándose en su propio análisis de los datos actuales del mercado, concluyen en un informe político publicado recientemente que "no podemos descartar el riesgo de que la especulación excesiva contribuya ya a la volatilidad de los precios de los alimentos y a la amplificación de las subidas".
El Dr. Lukas Kornher, autor principal del documento de Bonn, dijo que al decidir la política cuando están en juego los medios de vida, la carga de la prueba debería invertirse: la carga debería ser "demostrar que la especulación excesiva no está impulsando los precios de los alimentos y no al revés".
"De hecho, es extremadamente frustrante y una verdadera tragedia ver que estos mismos argumentos que se han repetido durante los últimos 15 años vuelven a aparecer, con una nueva generación que se enfrenta a una nueva crisis alimentaria", dijo Olivier De Schutter, Relator Especial de la ONU sobre Extrema Pobreza y Derechos Humanos y copresidente de IPES-Food.
"La actividad especulativa de los poderosos inversores institucionales, generalmente despreocupados por los fundamentos del mercado agrícola, está apostando por el hambre y agravándola".
- Autor: Schumann Harald
Cómo el Deutsche Bank, Goldman Sachs o Cargill especulan con el precio de los alimentos, creando cada vez más pobres. A pesar de la creciente producción de alimentos, mil millones de personas sufren el flagelo del hambre en todo el mundo. A través de un perverso mecanismo de sucesivas desregulaciones, la banca mundial y el mercado de capitales se han confabulado para obtener cada vez más ganancias con la especulación de las materias primas. En esta investigación, única en su género, Harald Schumann deconstruye el entramado de intereses empresarios y alianzas públicas que contribuyen a generar cada vez más pobres en todo el mundo, a pesar de las sucesivas guerras contra el hambre y revoluciones verdes. Una cantidad abrumadora de datos son la prueba contundente de que la especulación con las materias primas provoca el aumento artificial y escandaloso de los precios de los alimentos.
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